FIFA.com – Óscar: “Habría sido una gran final”.

Se trata de un futbolista tranquilo y silencioso, pero increíblemente eficiente a la hora de construir el juego. En la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA, Óscar está siendo uno de los jugadores más destacados de la selección brasileña precisamente porque reúne todas esas cualidades y también porque se trata de uno de los futbolistas más maduros del plantel.

 

En un momento dulce junto con el resto del equipo, el centrocampista del Internacional de Porto Alegre asume su responsabilidad en el equipo y espera mantener su buena línea contra España en cuartos de final, un partido que, según declaró el propio Óscar a FIFA.com, podría haber sido la final de la cita mundialista y que puede resultar decisivo para que el fútbol brasileño recupere la autoestima. “Tenemos una gran responsabilidad, ya que podemos ayudar a la selección absoluta y recuperar nuestra tradición”, asegura.

Lo que salta a la vista es el poderío ofensivo de Brasil, la cantidad de oportunidades que genera. ¿Cómo y cuándo surgió esta particularidad?
Este estilo ofensivo viene de la época de los entrenamientos en la Granja Comary (antes del Sudamericano de Perú). Es cierto que somos un equipo que ataca mucho. De hecho, a veces subimos hasta con ocho jugadores, y es por eso también que nos hacen muchos contraataques. De cualquier forma, en este tramo de la competición debemos andarnos con cuidado.

Usted juega con bastante libertad y baja cuando es necesario, pero siempre está buscando pases y jugadas, como ya hizo en el Sudamericano. ¿Le pide Ney Franco algo en especial?
No, el técnico me da libertad para hacer lo que quiera, porque sabe que tengo esa característica de propulsar al equipo y buscar los espacios. Los compañeros creen en mí y se mueven mucho cuando recibo el balón. Lo único que me pide el entrenador es que, cuando perdemos la pelota, recupere el sitio y ayude en los marcajes. No obstante, ya era así también en el Sudamericano. Yo me encargaba de crear juego para Neymar y Lucas. Y salió bien, ya que ellos marcaron goles y brillaron. Ahora lo estoy haciendo bien también en el Mundial, y espero que esta historia no acabe aquí.

Parece que usted sigue tranquilo, jugando bien, pero sin hacer mucho ruido. ¿Se siente así?
Sí, pero poco a poco la gente va reconociendo mi fútbol, comprueban que ofrezco un nivel alto con regularidad. Lo que pasa es que llamar la atención no es mi prioridad. Quiero jugar para el equipo, ayudar, dejar a los delanteros solos ante el gol…

Se ve que está usted feliz con su rendimiento, como ocurre ya en el Internacional, donde ha encontrado finalmente su sitio. ¿Cree que este es el año en el que mostrará todo su potencial?
Así es. Por ahora está saliendo todo como es debido. El año empezó bien con la selección, jugué un gran Sudamericano y después volví al Inter y seguí creciendo. Hice partidos muy buenos en la Libertadores y en la liga brasileña, nos proclamamos campeones de Rio Grande do Sul y me sentía bien en el equipo. Es lo que siempre intento, ser regular y jugar a un nivel alto. ¿Quién sabe si en el futuro no tendré la oportunidad de soñar con la selección absoluta?

Se ha casado usted hace poco. ¿Cree que el hecho de haber contraído matrimonio a una edad tan temprana tiene un efecto positivo en una selección sub-20?
Sin duda. Mucha gente lo cuestionaba, pero creo que es lo mejor que he hecho. En Porto Alegre, mi mujer me ayuda bastante, el tema familiar va sobre ruedas y ha sido algo importante para mi carrera. Soy una persona centrada, tranquila, a la que no le gusta hacerse ver mucho. A veces pasa, lógicamente, por los partidos que hago. Sin embargo, aquí en la selección todo el mundo me aprecia, porque saben cómo soy, por el hecho de estar muy bien en el Inter. Todos confían en mí.

Y el hecho de estar casado, ¿no da lugar a bromas en un grupo en el que la gran mayoría son solteros y todavía están en edad de bromear y salir?
No, no mucho. Mis compañeros solo procuran no hablar de mujeres cerca de mí, como si yo no pudiese oír ese tipo de cosas por estar casado (risas). Pero no hay ningún problema. Eso es importante en un grupo que quiere conseguir algo grande. Y, claro, aquí todos tienen sus cosas, sus manías… Hay algunos que son padres; es cuestión de entender la mentalidad de cada uno.

En cuartos de final toca enfrentarse a España. Será un partido entre dos selecciones muy ofensivas, así que, como usted ha dicho antes, será necesario mantenerse muy alerta también en defensa, ¿no es cierto?
Sin duda. Ya esperábamos encontrarnos con España pronto. Se trata de dos grandes equipos y creo que habría sido una gran final. Será un clásico, y en los clásicos no te puedes andar con tonterías. Por tanto, primero tendremos que pensar en la defensa, porque, si nos mantenemos sólidos en esa línea, estoy seguro de que marcaremos en cualquier balón que llegue arriba en buenas condiciones. Será un choque muy difícil, más que el de Arabia Saudí, pero estamos confiados, centrados, unidos y lo tenemos todo para hacer un gran partido. Desafortunadamente, uno de los dos tendrá que quedarse fuera, y espero que no seamos nosotros.

España se encuentra en un momento formidable y está logrando títulos en todas las categorías, pero Brasil todavía es una de las mayores potencias en la sub-20. ¿Qué piensa a este respecto? ¿Cree que necesitan ganar para demostrar algo también a la selección absoluta?
Hemos estado hablando sobre eso. La absoluta viene de pasarlo mal en la Copa América, así que en mi opinión nos corresponde la responsabilidad de ayudarlos a recuperar la tradición del fútbol brasileño. Estamos todos centrados en lograr este título, que sería muy importante para Brasil. Para nosotros también, porque el Mundial 2014 se juega en casa. Si volvemos con la Copa, todo el mundo sabrá que somos una generación ganadora.

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