La selección española volvió a tropezar en un amistoso de enjundia, el día que Iker Casillas igualó los 126 partidos de Andoni Zubizarreta, y como ocurrió ante Argentina y Portugal, salió derrotada del mágico Wembley, frente a una defensiva Inglaterra que sacó oro de un gol de Frank Lampard (1-0).
Apostó Fabio Capello, buen conocedor y gran admirador del fútbol español, por juntar línea defensiva y media. Dos líneas de jugadores unidos, en un 4-5-1 en el que la última prioridad era atacar. Para eso ya engancharían algún contraataque. Alguna acción a balón parado. El objetivo era eliminar espacios. Rebajar la imaginación española.
Por eso, España con Sergio Ramos instalado de central, Jordi Alba echando su instancia a la Eurocopa en el lateral izquierdo y David Silva como falso nueve, dominó de inicio a fin pero sin peligro.
Las diabluras de Iniesta o Silva no se culminaban por falta de acierto en el pase final. La imagen era de superioridad pero hasta el minuto 32 no llegó el primer disparo. Fue de Silva, con poco espacio, a las manos de Joe Hart.
Respondía al primer intento de los ingleses, cuando Lampard armó con rapidez el disparo a las manos de Iker Casillas. Inglaterra busca un estilo, fiel imagen de su técnico, Capello. Sin su referencia, Wayne Rooney, castigado por una expulsión que le impedirá jugar la primera fase de la Eurocopa.
Un intento de Busquets, que remató alto a pase picado de Xabi Alonso, cerró el primer acto. Wembley se silenció por admiración y rugió con la velocidad del contragolpe inglés o en la queja cuando interpretó una exageración de Busquets tras una entrada.
Único tanto vencedor
Del Bosque se había marchado con desasosiego segundos antes de que el colegiado señalase el descanso. Su arenga parecía tener efecto, Villa chutó nada más comenzar la reanudación, pero recibió un castigo inesperado. Una falta lateral la remató con potencia Bent, ganando la partida por alto a la defensa española, y el balón se estrelló en el poste para caer en bandeja a Lampard que marcó a puerta vacía.
El gol desató minutos de duda en la Roja. Los cambios no ayudaron y se entremezclaron posiciones. El partido se embarulló por momentos hasta que España encontró el camino de llegar a la portería rival. Perdió orden pero ganó profundidad. Comenzaron a llegar ocasiones, la más clara para Villa, que tras recortar al portero en velocidad, escorado, chutó mal a los 55 minutos y estrelló el balón en el lateral de la red.
Del Bosque aumentó el peso ofensivo dando entrada a Fernando Torres, el único futbolista abucheado de los campeones del mundo. Su entrada hizo retrasar aún más metros a Ingleterra que acabó encerrada. Villa chutó un zurdazo al palo, Mata no llegó por milímetros a un pase de Alonso y los últimos minutos Cesc dio un recital sin premio.
vía FIFA.com – España tropieza de visita.