Inglaterra asaltó Escocia en un partido que dominó de principio a fin. La selección de los tres leones pudo hacer una herida mucho mayor en su vecino británico pero bajó el ritmo en exceso con el 0-2 y acabó conformándose con el definitivo 1-3.
La Selección de los tres leones ha dejado atrás la depresión post-mundialista para adentrarse en una nueva ola de optimismo. Roy Hodgson parece haber dado con la tecla con el 4-4-2 con rombo en el medio y los resultados le avalan. No obstante, tras la cita de Brasil ha dejado varias buenas actuaciones y suma sus partidos por victorias (seis, cuatro oficiales).
Gordon Strachan solo hizo un cambio (obligado por la lesión de Fletcher para introducir a Martin) respecto al once que días antes venció a Irlanda en el partido de clasificación para la Euro 2016. Pero Hodgson, con seis ‘suplentes’ en su alineación, se bastó con mantener a la columna vertebral Cahill-Wilshere-Rooney-Welbeck intacta para dejar claro desde el principio quién mandaba en el encuentro.
Y así, con el centrocampista del Arsenal adueñándose de la pelota desde la posición de cuatro, Inglaterra fue amansando la presión inicial de los escoceses (desde el campo y la grada) hasta encontrar el gol en un cabezazo de Oxlade a la media hora, tras un centro teledirigido del propio Wilshere, convertido esta vez en extremo izquierdo.
El gol y el cansancio fueron diluyendo a una Escocia con más corazón que calidad. Y nada más comenzar la segunda mitad Rooney terminó con sus esperanzas con el 0-2. Los ingleses dejaron después correr el tiempo ante la pasividad rival pero en una jugada aislada Robertson encontró un premio inmerecido con el 1-2. No obstante, la alegría en la afición de Celtic Park duró apenas segundos. Lo que tardó Rooney en cerrar su semana grande (ya marcó a los eslovenos) con su gol número 46 en 101 partidos (a tres del récord sir Bobby Charlton).
vía Rooney conquista Escocia | Internacional | AS.com.