El carisma y la cercanía de Haaland a los aficionados se ha visto en varias ocasiones, como el día que se puso a jugar al fútbol con unos niños en una playa de la localidad malagueña de Marbella. También vimos su carisma, cuando tras anotar contra el Sevilla en Champions puso una foto en Instagram, mencionando a Joaquín y con el mensaje de “espero que la leyenda esté contenta”.
Lo que no había trascendido es la relación del jugador con los trabajadores de los clubes donde ha estado. Y por lo que se pudo ver en los instantes previos al partido de Champions contra el Dortmund, respeta mucho el trabajo de las personas del club.
Uno de los utilleros del Manchester City estaba recogiendo las sudaderas de los jugadores para guardarlas. Todos se las lanzaban, e incluso Jack Grealish se la llegó a tirar a la cara al utillero, dándose cuenta del impacto y sin ni siquiera reconocerle al momento una disculpa al trabajador del club. Sin embargo, Haaland se acercó al utillero y le dio en mano la sudadera doblada, gesto que agradó al trabajador del City y que se lo reconoció al delantero noruego con un toque amistoso en la espalda.
Las imágenes han dado al vuelta al globo y, tras criticar la actitud de los futbolistas del Manchester City, como la de Grealish, el mundo del fútbol elogia el respeto del noruego con aquellas personas que trabajan de cara a los jugadores.